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Defensoría del Pueblo tutela los derechos de un elefante marino perdido y facilita el retorno a su hábitat natural

miércoles, 7 agosto 2019, 10:46 am

Elefante marino

Las delegaciones de la Defensoría del Pueblo de Los Ríos, Santa Elena y Guayaquil se activaron conjuntamente para tutelar la vida y asegurar el transporte de un elefante marino de la especie Mirounga Leonina, que quedó atrapado en un canal del estero entre maleza y cultivos de arroz de Babahoyo, durante 13 días. El mamífero fue rescatado, trasladado y liberado en un puerto de Posorja en Guayaquil en la madrugada de este 7 de agosto de 2019.

La Delegada de la Defensoría del Pueblo de Los Ríos, Mirelli Icaza, al recibir la alerta de que dicha especie marina estaba pérdida, se comunicó de inmediato con autoridades del Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), para visitar conjuntamente el sitio y verificar el estado de salud del mamífero.

El 6 de agosto, durante nueve horas, se efectuó el proceso de traslado del elefante marino. Mirelli Icaza acompañó en todo momento a los biólogos y veterinarios del MAE, que junto a personal de la Gobernación de Los Ríos, de la Policía Nacional y maquinaria del GAD municipal de Babahoyo, levantaron al animal sedado y lo ubicaron en una volqueta para luego trasladarlo a una zona costera en Guayaquil.

En el lugar, donde estaban presentes las autoridades de la Defensoría del Pueblo, Ministerio del Ambiente, Empresa Privada Salica y la Organización Civil de Rescate de Animales del sector, se liberó al elefante marino para que retorne a su hábitat natural. Los técnicos del MAE realizaron los controles respectivos antes de su liberación e indicaron que el elefante marino está en buen estado de salud.

Según informaron los especialistas del MAE, el elefante marino rescatado corresponde a una especie migratoria que en esta época generalmente se desplaza hacia Chile.

Por mandato constitucional, la Defensoría del Pueblo tiene la tarea de promover, tutelar y vigilar el ejercicio de derechos de la naturaleza. En este caso, la institución estuvo vigilante y actuó dentro de su ámbito de competencia para precautelar la vida e integridad física del elefante marino.